Hablemos de fertilidad

La infertilidad es definida por la OMS con una enfermedad y se trata de una deficiencia del sistema reproductivo masculino o femenino consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin protección.

Aproximadamente 80 millones de personas en el mundo sufren de infertilidad, esto es tan común que al menos 1 de cada 6 parejas heterosexuales tienen dificultades para concebir. Al menos el 12% de mujeres en edad reproductiva que quiere quedar en embarazo no lo consigue.

Además, parejas del mismo sexo o familias monoparentales suelen necesitar acompañamiento médico para lograr tener un hijo.
La infertilidad es una condición que afecta al 15- 20% de las parejas en edad reproductiva. Dentro del campo de la salud reproductiva, la infertilidad implica una enfermedad que no compromete la integridad física del individuo ni amenaza su vida. Sin embargo, esta puede tener un impacto negativo sobre el desarrollo de la persona, produciendo frustración y debilitando la personalidad, ya que muchas parejas e individuos consideran tener hijos como un objetivo de vida. Comparado con otras especies, el ser humano es altamente ineficiente en términos de reproducción. La tasa de fertilidad por ciclo es de alrededor de 20% y la de embarazos acumulados en las parejas con fertilidad probada es aproximadamente del 90% después de doce meses y del 94% luego de dos años.

Las causas en el incremento de la infertilidad pueden deberse por lo menos a 4 factores: Este aumento podría deberse por lo menos a cuatro factores: postergación del momento en que se decide tener hijos, alteraciones en la calidad del semen debido a hábitos como el tabaquismo y el alcohol, cambios en la conducta sexual y obesidad o hábitos de vida no saludables.

El estudio de la pareja infértil siempre se ha enfocado considerando diferentes factores: el ovulatorio (presente en alrededor de 15% de las parejas), tubárico-peritoneal (se observa en ~35% de las parejas), el factor masculino (35% de los casos) y causa inexplicada (15% de las parejas). Cerca de 40% de todas las parejas infértiles presentan una combinación de factores. Durante las últimas dos décadas se registraron tres cambios importantes en el enfoque de la infertilidad. En primer lugar, la introducción de las tecnologías de reproducción asistida ha brindado una oportunidad de estudiar los procesos reproductivos básicos, así como los tratamientos de preservación de la fertilidad. En segundo lugar, han ocurrido cambios en la sociedad tales como un aumento en la proporción de mujeres mayores de 35 años que buscan el embarazo; este hecho obedece a que la gente se casa a edades más tardías y posterga el embarazo. En tercer lugar, el desarrollo de la biología molecular y de la genética se han hecho muy importantes para el estudio, diagnóstico y evaluación de las parejas, muchas de ellas consideradas hasta ahora como “parejas infértiles sin explicación”.

¿Cuándo debería asistir a un especialista en reproducción humana?
• Si tienes menos de 35 años y llevas 1 año o más teniendo relaciones sexuales sin protección y nos has conseguido el embarazo.
• Si tienes más de 35 años y llevas 6 meses o mas teniendo relaciones sexuales sin protección y nos has conseguido el embarazo.
• Si eres mujer sola o mujer sin pareja masculina y desea tener un embarazo
• Si has sido diagnosticada con endometriosis, ovario poliquístico, si has sido sometida a alguna cirugía en tus ovarios.
• Si deseas conocer como esta tu reserva ovárica
• Si deseas realizar un tratamiento de preservación de la fertilidad (vitrificación de óvulos).
• Si eres portador de alguna enfermedad genética que no quieras transmitir a tus hijos
• Si has tenido mas de 2 abortos espontáneos.